Amelie en paracaídas
El papá empezó a sospechar. Las postales del enano de jardín que solía estar en su patio y que le llegaban regularmente desde distintas partes del mundo eran muy similares entre sí. Le llamaba la atención que siempre estuviera parado en el mismo lugar, con la misma expresión, con las mismas manchas sobre él y que solo el fondo fuera cambiando. El enano era su único amigo. El papá de Amelie era un hombre solitario, callado y de poca o,…