Toda mi vida quise ser maestra.
Jugar con un pizarrón, tizas de colores, cuadernos, fibras, lápices, cartuchera, sellitos, corregir imitando la letra de la maestra, darle clases a todos los peluches, inventar maneras de clasificar palabras, leer en voz alta y tener una primer estudiante real cuando mi hermana vino al mundo, son muchos de mis recuerdos de infancia. Terminé la escuela y quise ser maestra, pero había que ir a la universidad, porque lxs maestrxs en mi país (y en varios otros) se mueren…