El mirón.
Mi madre coleccionaba duendes. En su casa había centenas. Sobre del calefactor se había montado, algo así como, una comunidad. Ella siempre le pedía a cada amigo, o pariente que viajaba, que le trajera un duende. Rápidamente el calefactor estuvo colmado de ellos. Cada vez había más de esos pequeños especímenes que llenaban el espacio. Empezó a conseguir duendes más grandes, más pequeños, con barba, sin barba, con sombrero, sin sombrero, duendes mujeres, duendes de distintas profesiones, duendes con frases,…