El faro- Parte 1
Unos cuantos kilómetros me separaban de mi nuevo pueblo, iba a cambiar de ciudad, de provincia y de trabajo para instalarme en un rincón en Chubut, en la siempre amada Patagonia argentina. El coche estaba repleto de equipaje, todo, desde un alicate para las uñas hasta la batería de cocina, pasando por gran parte de mi biblioteca, la ropa de abrigo, un par de botas bien abrigadas y algunos cuadros que me ayudarían a apropiarme del lugar. Había terminado la…