Ritual de iniciación
—Así es todos los días, sobre todo cuando hace frío— dijo Ana, la secretaria de la escuela mientras calentaba agua para su mate cocido en la pava eléctrica que guardaba bajo llave junto a los legajos. —Dos o tres vienen llorando cada día, pero la morochita que tengo acá es la más constante. Ana decía eso acariciándole el largo pelo oscuro y trenzado artesanalmente a la pequeña Jorgelina, de segundo grado, quien desde el comienzo de las clases lloraba todos…